lunes, 21 de julio de 2014

Lo tradicional y lo moderno


En las sociedades tradicionales el individuo se oculta y se confunde con las comunidades en las que vive, en las sociedades modernas el individuo deja de influenciarse por la comunidad y se convierte en alguien mas individual. En la sociedad moderna el individuo basa mas su identidad en sus méritos personales que en los lazos hereditarios y en los apellidos de familia. 
Este cuadro muestra la comparación de la sociedad actual es decir la moderna con la sociedad tradicional.
SOCIEDAD TRADICIONAL
SOCIEDAD MODERNA
1.- Teocráticas
  • Todo poder viene de Dios.
  • El poder es sagrado, intocable, indiscutible.
  • No existen derechos frente al poder.
  • No existe control frente al poder.
1.- Democráticas
  • Todo poder viene del pueblo.
  • El poder es profano, civil, alternativo y criticable.
  • Cada persona tiene derechos frente al poder.
  • El poder está sometido al Derecho.
2.- Piramidales
  • Rey, Nobleza-Alto Clero,estamento militar, artesanos, agricultores, esclavos... ¿mujeres?
  • La misma posición social durante toda la vida.
  • No hay movilidad social.
2.- Igualitarias
  • Mantiene rígida la estructura económica piramidal.
  • Igualdad política: Cada persona, un voto.
  • Servicios públicos generalizados: educación, sanidad, jubilación...
  • Menos difícil la movilidad social
3.- Rurales
  • La mayoría de la población vive en el campo.
  • Aislamiento, poca movilidad y sin medios de comunicación.
  • Psicología de adaptación a los ritmos naturales.
La experiencia es la fuente y base del conocimiento.
3.- Urbanas
  • La mayoría de la población vive en ciudades.
  • Influencias varias,  movilidad y medios de comunicación. Psicología “orgullosa” ante la naturaleza y sus ritmos.
  • Continuos avances técnicos que cuestionan la tradición
4.- Estáticas
  • El mundo se considera inmutable, perfecto e intocable.
  • Los cambios son lentos y pequeños.
  • Toda innovación crea desconfianza.
  • El valor supremo es “lo que siempre se ha hecho”
4.- Dinámicas
  • El mundo es el escenario para la creatividad humana.
  • Los cambios son rápidos y profundos.
  • La innovación se asume como valor positivo.
  • El mayor descrédito de algo: “eso es muy antiguo”.
5.- Uniformes
  • La forma de pensar y la escala de valores son comunes.
  • Cada persona se siente segura y arropada por el grupo.
  • Poco espacio para el desarrollo de la individualidad.
  • Imagen global de un mundo “armónico”.
5.- Plurales
  • Formas de pensar y escalas de valores muy diversas.
  • Cada persona: Sensación de desconcierto y desamparo.
  • Muchas oportunidades para el desarrollo individual.
  • Imagen global de un mundo “complejo”.
6.- Crédulas
  • Mentalidad mágica: mezcla imaginación y realidad.
  • El mundo está poblado de seres buenos o malos.
  • La maravilla (milagro) rompe desde fuera la monotonía.
  • El mal es un castigo divino merecido.
6.- Críticas
  • Mentalidad adulta que ha superado la etapa “mágica”.
  • Estamos solos en el mundo para organizarnos a nuestro modo.
  • El milagro es la tarea de cada día que está en nuestras manos.
  • El mal no es castigo, sino  un reto
7.- Confesionales
Política y religión unidas y confundidas:
  • Jefe político = jefe religioso.
  • Unión de Iglesia-Estado
  • La moral religiosa tiene valor de ley civil.
Utilización de la religión desde la política y/o al revés.
7.- Laicas
Religión y política, realidades diferentes:
  • Poder civil y poder religioso.
  • Separación de Iglesia y Estado.
  • Autonomía de las leyes civiles frente a religión.
Independencia mutua y colaboración desde los dos ámbitos.


domingo, 20 de julio de 2014

El hábito del prejuicio


El prejuicio es la acción y efecto de prejuzgar (juzgar las cosas sin tener ningún conocimiento o antes del tiempo oportuno). Un prejuicio, por lo tanto, es una opinión previa acerca de algo que se conoce poco o mal.
En nuestra sociedad es frecuente hacer juicios de valor hacia las personas sin fundamento alguno y solamente basados en nuestras propias creencias personales por ejemplo es muy común formarnos una opinión de una persona por su manera de vestirse, de hablar.
El prejuicio está instalado en la sociedad  y se relaciona con lo aprendido  de generación en generación, las experiencias propias del individuo y como miembro de una sociedad determinada, también lo que se muestra a través de los medios de comunicación y, por supuesto la poca predisposición al pensamiento .
Por ejemplo , a veces vemos una persona en la calle vestida pobremente y cruzamos la calle porque tememos que nos robe. Juzgamos previamente a esa persona. Tambièn suele ocurrir que si vemos a alguien bien vestido, sonriente y en un buen auto, nos sintamos confiados. También hacemos un juicio previo;
o pensar que determinados grupos con características comúnes son buenos o malos como por ejemplo creer que los católicos practicantes son buenos solo por el hecho de serlo.
También, como también por el género solemos prejuzgar a las personas por su trabajo, ocupación o profesión, como también por su género y sexualidad.
Este comportamiento nos lleva a hacer comentarios hirientes y también a perjudicar  a quien prejuzga ya que lleva a perder la oportunidad de conocer gente diversa de la que siempre se puede aprender . No olvidemos que la diversidad nos enriquece.










DESTAPÁ FELICIDAD

El otro aspecto del fetichismo de la mercancía es el valor "mágico", humano, que le atribuimos a lo que es un simple objeto. Las empresas que quieren vender sus productos lo saben bien, por eso no nos ofrecen nunca simplemente un producto sino un conjunto de sentimientos asociados a él.

Por quedarnos solamente en el rubro "bebidas", veamos algunos ejemplos:

Coca-Cola no es una bebida marrón, dulce y con mucho gas, sino "felicidad".



Quilmes no es una bebida alcohólica de dudosa calidad, sino el encuentro con amigos.



Santa Julia no es un vino de gama media, sino la posibilidad de la seducción y la afirmación del carácter de quien lo toma.



 Vean este video que está a continuación, donde se muestra con mucho humor, qué pasa con todo lo que nos prometen las mercancías 







viernes, 18 de julio de 2014

La empatía

La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o piensa. Es correrse del “yo” y preocuparse por lo que lo que le está pasando a la otra persona

La falta de empatía es entonces estar centrado en uno mismo, en nuestra propia comodidad e ignorar todo lo que pasa a nuestro alrededor. Es más fácil ignorar que sentir. Cuando volvemos a nuestras casas cansados y pretendemos que los otros (que también están cansados) nos cocinen o laven los platos; cuando (por más que no nos interese) no nos mostramos alegres ante una buena noticia de un amigo; o cuando contaminamos el ambiente y colaboramos al empobrecimiento de nuestro ecosistema y sólo pensamos que cuando algo grave suceda nosotros ya vamos a estar bien muertos ( ¡qué bueno para los que quedan vivos!) , es ahí cuando nos falta empatía.

Tal vez vivimos en una sociedad donde la gente es cada vez menos empática (según estudio de la Universidad de Michigan, los niveles de empatía de estudiantes universitarios cayeron un 40% entre el año 2000 y el 2010).



En rasgos muchísimo mayores, la falta de empatía se ve reflejada en el holocausto judío, en los psicópatas o en la guerra.
El psiquiatra y neurocientífio Simon Baron-Cohen explica que la perversión de tratar a los humanos como objetos no fue solo de los nazis y que un equipo de científicos se dedica a estudiar este comportamiento cruel desde un punto de la falta de empatía, no desde el mal. Simon Baron-Cohen cuenta lo que pudo presenciar en un mercado de Nairobi hace apenas unos años.
“Estaban paseando por una barriada y, al llegar a un mercadillo, súbitamente, una mujer lanzó un grito desgarrador. Resulta que un delincuente le cortó a la mujer el dedo anular de la mano izquierda para llevarse con el dedo el anillo. Al delincuente lo que le interesaba era el anillo, porque en su mente había objetivado a las personas en objetos.
Es muy probable que la persona que no dudó ni un instante en cortarle el dedo a la señora para hacerse con el anillo fuera un psicópata; es decir, alguien con empatía cero o menos que cero. Se calcula que existe un uno por ciento de psicópatas, que es mucho.

En conclusión, la falta de empatía no es sólo la ausencia de valores humanos, es también la profundización de un proceso de cosificación de las personas. Es decir, tratarlas como objetos; como si fueran desechables, funcionales sólo para cuando nosotros queremos y reemplazables. 

lunes, 14 de julio de 2014

Cambios en relación al tiempo


El simple hecho de tener un reloj, ya sea digital o a agujas, incluido e implementado en todos los hábitos de nuestras vidas, no existió siempre. En el tiempo pre-moderno, no existían relojes mecánicos, si no que los tiempos eran lentos y pacientes. No se pensaba la idea del progreso, si no que conserva la idea de circularidad, en relación al conservar el pasado. Los tiempos estaban ligados a lo teológico, y el único pensamiento de un “futuro” era llegar a la ciudad de Dios, no la idea de progresar en la vida “real”. En los pueblos primitivos el tiempo se encontraba vinculado con los ciclos de trabajo. Posteriormente, se media el tiempo a través de relojes de arena, sol y agua, nada preciso. Esto demuestra que en esa época, el concepto actual que tenemos del reloj, y la importancia que le damos a la precisión del tiempo, no eran considerados como esenciales.



Finalmente surge el reloj mecánico, asociado con la idea del progreso y del futuro, y totalmente distanciado de la naturaleza.  El tiempo se seculariza, es decir, deja de lado la religión y pasa a lo profano. Al principio, el reloj se encontraba en las iglesias o en los lugares públicos, y poseer uno implicaba tener un alto status. Posteriormente, los relojes mecanizados se extienden por todas las clases sociales, encontrándose en cada hogar y en cada muñeca. De esta manera surge la importancia del reloj considerada en la sociedad actual. Todo esta controlado a través del tiempo. Actualmente se piensa, como bien menciono Marcelo Raffin en su texto “la hora señalada”, que “el tiempo se  convierte en moneda: no pasa sino que se gasta”. Esto quiere decir que los tiempos dejan de ser lentos, y surge una concepción, de que no se puede perder el tiempo. El reloj trajo la idea de la puntualidad y disciplina,  y que todo se controle exactamente por horas, minutos y segundos. 




En conclusión, podemos ver como el tiempo pasó a ser lo que organiza nuestras vidas. Actualmente todo pasa por horarios, ya que tenés que estar en tal lugar a determinada hora, tenés que llegar antes de tal hora a determinado lugar, tenés que comer a determinada hora, tenés que trabajar determinadas horas, etc. Por ejemplo, al colegio tenés que entrar a las 8 de la mañana, si llegas mas tarde que eso, ya te ponen falta. Esto seria un castigo por no cumplir la disciplina del tiempo. El tiempo se convirtió en una especie de disciplina que ya todo vemos como “natural”, aunque no lo es. Estamos acostumbrados a utilizar el reloj, y a tener todas nuestras vidas dirigidas por el mismo, pero eso no implica que sea esencial y que no se pueda cambiar, si no que es un hábito que tenemos normalizado, y lo vemos como “obligatorio” o como algo que es imposible de cambiar. Si nos lo ponemos a pensar, el reloj y el tiempo controlan todas nuestras vidas. No solo se encuentran en los hogares, en los lugares públicos y en las iglesias, si no que se encuentran en todos lados y de diferentes formas. El reloj ya esta incluido en todos los dispositivos digitales, como los celulares, las computadoras, etc.  Por otro lado, la idea del tiempo genera una falsa necesidad de estar ocupado todo el tiempo, ya que no aprovechar los tiempos implica ser mal visto por la sociedad. Aquel que esta ocupado todo el tiempo, es visto como alguien que esta progresando.


viernes, 4 de julio de 2014

El Hoy Es Ahora, Mañana Será Un Misterio

El Hoy Es Ahora, Mañana Será Un Misterio

Hoy en día, vivimos en una sociedad en la cual "vive del momento", es decir, lo que importa es el acá y ahora en este momento, y no el después y será de un futuro. Por ejemplo, esta publicidad:
Mas allá de que nunca en la vida nos podría pasar... Nos muestra como la sociedad en si nos obliga a olvidarnos de nuestros propios principios e ideales, y nos enseña a disfrutar el momento, que es lo que verdaderamente importa.  
Varias veces, a lo largo de nuestra vida, debido al poco tiempo que dispensamos en nuestro día a día, tuvimos que decidir entre elegir una opción u otra de las varias que se pueden presentar a lo largo de nuestro trayecto. Por ejemplo: Cuando uno esta estudiando o trabajando, y se le presenta la oportunidad de ir a bailar a un boliche o algún otro plan, en vez de preocuparse por el trabajo que tiene que entregar mañana o a que hora tiene que ir a dormir para estar bien en el trabajo, directamente el ser humano de esta sociedad va por la opción del momento, no digo que sean todas las personas las cuales elijan esa opción, pero si la mayoría a la hora de "disfrutar del momento".

Por eso, también se perdió la idea de lo sólido y el hecho de planificar a futuro. En la actualidad nos resulta muy difícil poder planificar algo a futuro porque rápidamente nos cansamos, o simplemente porque no sabemos que va a pasar en un futuro, como que cada vez las publicidades distancian más al ser humano de sus expectativas y realidades. 
Para finalizar, el ahora es importante, pero parece que cuando nos demos cuenta vamos a perder más de lo que podríamos disfrutar en una vida, en otras palabras, ¿Podemos planificar a futuro sin que nuestra expectativas se vean frustradas por otra idea o plan?